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jueves, 20 de noviembre de 2014

Creo que me estoy volviendo loca. De repente se me vienen todos los recuerdos de hace seis meses encima y no me gusta. No me gusta como perdí a gente que me importaba. Y esto no me está dejando dormir me está reconcomiendo por dentro mee está persiguiendo hasta acabar conmigo. ¿a qué viene todo esto ahora? ¿he hecho a algo malo? Probablemente. Pero no es para esto no puede ser, cada vez que cierro los ojos esas imágenes vienen a mi mente una y otra vez. Volver al pasado tenía su parte buena y ahora veo que también su parte mala. Solo quiero arreglar las cosas, lo prometo y me iré por donde he venido.

domingo, 21 de septiembre de 2014

patética

Esta manía de sentirme tan inútil,  de parecer la persona más patética y denigrante de este mundo. Parece que todos los días son grises, que llevo una nube negra encima en la que no para de llover. Vivo mojada, atormentada como una niña pequeña a la hora de irse a la cama cuando pide a sus padres que miren el armario y debajo de la cama.
Soy esa chica que nunca aprenderá aunque cometa el error cien veces, o mil, soy esa que prefiere caerse en esa piedra que cada vez la hace más daño que perderla. Porque sí,  soy una persona que se siente sola y hundida y que se está rindiendo poco a poco con los holpes que la da la vida, que no tiene ganas de nuchar ni de aprender, que solo busca alguien con quién sentirse querida y protegida a cambio de lo que sea. ¿el mayor problemade todo esto? Fácil, que una vez la encontró y la perdió por ser una completa idiota. Y que cada vez que piendo que he encontrado a alguien parecido me da la hostia y así poco a poco todos los días hasta que no puedo más.
Dormirme llorando ya es una rutina,  los ataques de ansiedad son cada vez más frecuentes y vienen con más fuerza y me prometí a mi.misma que iba a luchar con todas mis fuerzas para salir de esto y ya me he vuelto a caer a perder el rumbo.
No sé que va a pasar mañana porque aún me da más miedo lo que pueda pasar hoy.
Hay gente que va y que viene en la vida pero hay personas que queremos que estén siempre y no lo conseguimos por ser unos egoístas y unos idiotas. Y hoy veo que no sigo adelante que sólo quiero retroceder.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Quejas, sonrisas y delirios.

¿Por qué matan gente inocente que quiere vivir? ¿por qué siempre se van los mejores?
Creo que cuando una persona se quiere ir de este mundo tiene sus motivos, y yo me incluyo en unas de estas personas. Este mundo es una agonía lenta y dolorosa, una mezcla de insatisfacción, prepotencia, malestar... La gente rica se queja aún pudiendo tener casi todo lo que quieren, menos el amor que no se compra con dinero y a veces eso es lo que falla. Muchas veces veo a los peques del tercer mundo sonreír más veces que alguien del primer mundo y me gustaría que todos lo supierais, ellos han aprendido a vivir solo del afecto de los que los rodean, sin tener nada, ni agua ni comida, mientras ven como la gente de su alrededor se va muriendo por distintas carencias. Pero ellos no se quejan son fuertes y luchan cada día por seguir adelante, mientras que nosotros no paramos de quejarnos y ojalá un día consigamos un amor como el que ellos tienen para darnos cuenta de que todo lo hemos estado queriendo solo eran bobadas.
Yo, una chica sin nombre, me doy cuenta de esto pero también creo que quién quiere morir es a causa de algún motivo, pero no es solo la gente del tercer mundo si no  también la gente enferma, y no solo las que tienen una enfermedad terminal, ellos quieren vivir y seguir adelante, conocer el mundo que los rodea y hoy puedo decir que me cambiaba por cualquiera de los que quiera vivir la experiencia que es la vida. Que yo me rindo, planto bandera blanca y me despido, pero quiero que la gente que no puede tener esto lo tenga y no sería justo que yo hiciera esto. Y que lo que para nosotros es  el cielo para otros puede ser una maravilla.
Cada uno tiene un motivo para querer hacer ciertas cosas, y creo que todo es respetable y ojalá yo pudiera hacer algo por esa gente que no puede tener lo mismo que yo, mientras yo no hago más que quejarme.

Para tí.

Querido veinticuatro;
quería que supieras que cada día lo que siento por ti crece en  mi interior, y que se me hace muy difícil estar separada de ti, ¿quién me va a dar  mimos ahora?, ¿quién me va a proteger de los monstruos del armario? ¿quién va a aguantar mis pique y mi malestar, mis llantos, mis risas sin más?
Hoy quiero decirte que te quiero, y que quererte es lo mejor que he hecho en un largo período de tiempo, y que no sé que va a pasar, pero pase lo que pase quiero seguir a tu lado. Porque bicho malo nunca muere y nosotros seremos eternos.
Y sé que soy un manojo de dudas y de inseguridades, que me vas a tener que parar una vez y otra, que voy a hacer cosas que nos debiliten y otras que nos hagan más fuertes, pero pase lo que pase voy a estar a tu lado y seguiré matando monstruos por ti. Que me hiciste pensar que el mundo era menos malo solo porque tú estás en él, me hiciste pensar que todo es posible luchando, porque ni la distancia nos separa. Me dan igual los kilómetros que haya entre nosotros, los días que estaré sin verte mientras te vuelva a ver y pueda demostrarte mi cariño. Porque he vuelto a confiar gracias a ti, después de todo y eso no lo consigue cualquiera,
Eres muy grande y lo que te quiero es mucho, bastante más que los kilómetros que nos separan, y que eres rubio, y del género tonto, pero si no lo fueras no serías tan genial. Gracias por tanto. Te quiero Alberto.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Un espacio en blanco.

Me levanté desorientada sin saber muy bien por qué, sin ganas de nada, tenía lágrimas en los ojos e imágenes horribles en mi cabeza. Empecé a dar vueltas a cosas que habían pasado hace tiempo, algunas años, otras un poco más recientes (meses), y todo eso hizo que me pusiese a llorar. Eran las dos del mediodía y seguía allí tumbada en la cama, nadie emtraba a llamarme y entendí que estaba sola, sola en medio de un mundo lleno de gente. Comprendí que si me quería levantar tenía que ser por mis propios méritos porque nadie iba a estar para ayudarme.
¿Qué me había pasado?, ¿en qué me había convertido? Era un monstruo, ya no podía hacer nada. Me rendí en ese mismo instante en el que me caí de la cama y golpeé mi mesilla con la cabeza.
Un hospital, paredes en blanco y tubos a mi alrededor, ¿otra vez? ¿en serio?
Había perdido todo aquello que me importaba y no sabía como seguir adelante, no tenía nadie a mi lado, simplemente un fantasma que reflejaba a mi abuelo.

Inseparables (11)

Y en ese preciso día en el que pretendía acabar con todo, apareció ella, que ironía de la vida. Ella era mi nueva compañera de habitación se llamaba Elisa y me sacaba un año. Ella era lo que yo siempre había querido ser, guapa lista, alta, delgada... Pero allí estaba ella con el mismo problema que yo y dispuesta a salir de todo aquello. Confíe en ella sin dudarlo, y ella hizo lo mismo, entre nosotras no había secretos, de repente sentí una punzada en el pecho y me acordé de María y de todo lo vivido.
Pasaron los días y era Elisa la que curaba mi herida, la que me secaba las lágrimas nocturnas y mi mayor apoyo. Recuperé la esperanza que había perdido de este mundo tan mísero, y todo gracias a ella. Volví a recibir una llamada, habían encontrado un tumor a mi padre y debían operarlo.
Se me vino todo encima, como una ráfaga de viento llevándose el resto, dejándome el dolor por no poder acompañar a mi hermano en esos momentos. Tenía claro que no era una buena hija, ni amiga ni nada. No sabía a lo que aspiraba en esta vida tan odiosa, pero tampoco me importaba. Necesitaba abrazar a mi hermano, volver a ser los de antes. Pero no podía salir de allí, no al menos sin una mentira, una mentira que sólo yo sabría. Empezaría a quejarme menos, a sonreír más, hasta volver un par de días a Valladolid a apoyar a mi familia, que en esos momentos era lo importante.
Lo más gracioso fue que todos los médicos se lo creyeron, pero no Elisa, ella realmente estaba luchando y la admiraba por ello pero yo no podía. Me enteré de que me iban a dar una semana para pasar fuera y cuando se lo conté a Elisa no se alegró, se entristeció porque dijo que yo no estaba preparada, pero nadie nace preparado para lo que la vida le tiene preparado.
Pasé dos días en Madrid con Gonzalo y famiñlia y luego marché a Valladolid, la ciudad de la que había huido hacía unos meses, en la estación estaba mi madre, mi hermano y María aunque no me lo esperaba. Mi madre parecía ida, aunque había perdido la relación con mis padres en el divorcio, mi hermano seguía tan guapo como siempre, y María había crecido, ya era una mujercita responsable y me encantaba verla así.
Me llevaron directa al hospital y llegué justo cuando mi padre salía de la operación, aunque no había salido bien y habían tenido que cerrar para no dañar otras cosas. No sabía como tomarme eso, pero el tumor seguía ahí, y cada día el riesgo era mayor, hasta el día de mi partida pasé todas las horas allí, junto a María y mi hermano escribiéndole cartas a mi padre para sentirme 'mejor'.
Ya era el séptimo día y tenía que volver a Madrid, y sinceramente lo necesitaba.


(Continuará....)

jueves, 4 de septiembre de 2014

Inseparables (10)

A veces me gustaría que las cosas no fueran así, poder estar al lado de mi madre, y d emis amigos, haberme podido despedir de mi abuelo, y justo en ese preciso instante pude recibir una llamada por primera, pero no eran buenas noticias; mi padre se había ido de vacaciones y a la vuelta había tenido un accidente de coche, estaba en coma y dudaban que fuera a despertar. De repente me di cuentade que había perdido mucho tiempo al no hablarle, pero no le podía perdonar tanto de golpe.
Empecé a empeorar, ya no quería salir de ese sitio ni tan siquiera tener visitas, solo quería desaparecer, pero no me dejaban. Las terapias se volvieron más intensivas, a veces eran incluso de choque, pero nada me sacaba de mis pensamientos.
Un día me caí en el hospital, y me hice una brecha en la cabeza. Pero no tenía a quien contárselo porque allí dentro no había hecho amigas, cada una tenía un grupo, y luego estaba yo sola leyendo libros. Otra vez más era el bicho raro, hasta con gente que pensé que me entendería.
Pasaron los días y me metí más en mi misma, y dejé que el exterior pasara frente a mis ojos. Entre pensamiento y oensamiento se me ocurrió romper una ventana y tirarme para acabar con todo. Me pasé semanas buscando algo que fuera lo suficientemente duro como para romperlo, y justo cuando lo encontré apareció una persona que sería muy especial en mmi vida.


(Continuará...)

Día sin salida.

Cuando no sabemos quiénes somos, ni que queremos, ni por qué hacemos las cosas, porque no hay motivo ara hacerlo porque te has cansado de vivir, de luchar y de sonreír sin más. Hay días mejores y días peores, pero hoy no es uno de los mejoresm más bien de los peores.
A veces me siento muy sola, y no sé por qué, tampoco es que busque el cariño y el apoyo de los demás, pero me duele saber algunas cosas. Otras veces, me siento muy triste, y solo me apetece llorar. Ya no me siento aceptada por nada ni por nadie, veo que las cosas son muy tristes, muy malas, hoy es un día nefasto. Un día de los que la gente dice que es mejor no levantarse de la cama, pero yo me he levantado y no sé que voy a hacer ahora. Veo que la gente que hay en mi vida no es definitiva solo son 'inquilinos', que se an cambiando por otros.
No quiero saber nada más de esto, de mi existencia, de mi corazón, ¿quién  va a querer quedarse para siempre, con una persona tan nefasta? A veces me gustaría cambiar y conventirme en una persona mejor y buena, pero no puedo, y no tengo nada que hacer.
Ojalá llegue ese día y por fin pueda estar a gusto conmigo misma, ojalá llegue el día en el que no me dé miedo hacer daño a la gente.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Inseparables (9)

Por fin llegué a Madrid, conseguí sacar dinero de mi cuenta del banco gracias a la tarjeta que meses atrás me habían regalado. Con el móvil llamé a la única persona que sabía que me iba a entender para ir a su casa, cuando me lo cogió me dijo que me iba a buscar en ese instante.
Gonzalo, me sacaba unos cuantos años tenía novia y un hijo,  pero yo sabía que él mejor que nadie lo entendería. Cuando llegó con el coche me monté y le conté todo, no sólo los últimos acontecimientos, y él me comprendió, me entendió y me dio su cariño, lo que no tiene precio. Pronto llegamos a su casa y todos me recibieron bien, y al ver que el chiquitín había crecido tanto me volví a echar a llorar. Gonzalo llamó a mi madre  la explicó la situación y que pasaría una temporada con ellos. Sí, estaba en deuda con ellos, y no sabía como devolverles todo lo que me habían dado.
Pasaron unos días y llegó un paquete con un poco de ropa para que me apañara  y dinero, comenzaría a ir a un psicólogo de Madrid que era muy bueno, aunque las charlas con Gonzalo eran las mejores. La verdad es que no echaba de menos mi ciudad, ni a la gente que había dejado atrás, aunque seguía hablando con Álvaro y María a través del whatsapp pero no siempre. No había hecho amigos allí, pero tampoco me importaba, era verano y me dedicaba a cuidar al pequeño y a ayudar con las labores de la casa.
Un día me desmayé por accidente y Gonzalo, con toda su buena fe tomo la decisión de que internara en un centro especial que había allí en Madrid. Llamé a mi madre para despedirme y no pude hacer más. No quería haber metido en ese aprieto a Gonzalo, pero ya no podía hacer nada, estaba cansada de prometer cosas que no iba a cumplir y quizás esto fuera la solución. Les iba a echar mucho de menos...
Me dedicaba a escribir cartas a María y a Álvaro ya que los echaba de menos pero nunca me lo perdonarían, yo tampoco lo haría.


(Continuará...)

jueves, 28 de agosto de 2014

Inseparables (8)

En un par de días conseguí el alta del hospital aunque tuve que empezar a ir al psiquiatra. El primer día que tuve que ir me cayó muy mal, esque no podía sopotarle, perecía que en vez de ayudarme quería lo contrario, yo sabía lo que quería, comerme el coco para que no pudiera pensar por mi misma, pero no lo coseguiría.
Álvaro llamó para ver que tal había ido la consulta y aproveché para saber si María me había perdonado, por el momento no aunque Álvaro lo estaba intentando. No sé cómo pero me entendía, me estaba entendiendo un chico así que si María se enteraba seguro que podría ayuarme ¿no? También le pregunté que qué pensaba sobre que se lo contara y me dijo que debería esperar.
Pasaron semanas y yo me metí más en mi misma y pase de lo que me rodeaba, salvo de María, al fin y al cabo llevábamos siendo amigas desde infantil, y no podía estropearlo por un simple susto. Pero Álvaro había dicho que yo no podía hacer nada, así que me infiltré en la lectura porque cuando leía un libro podía dejar de ser yo para pasar a ser un personaje de la historia y olvidarme de la horrible persona que era.
Seguí yendo a terapia una vez por semana, y en una de las sesiones, salí muy cabreada de consulta, con un ataque de ansiedad enorme y ni mi madre me apoyaba, así que a la salida empecé a dar puñetazos contra un árbol, hasta que me caí al suelo inmovilizada por el dolor, mientras chillaba lo que pensaba de mi misma.
Me rompí el brazo, así que fue un verano muuy entretenido sin poder escrbir en mi diario.
Un día quedé con Álvaro y para mi sorpresa también vino María y parecía contenta, hablamos de todo, la confesé algunas cosa, cuando de repente me llamó mi padre al móvil cosa que nunca pasaba, colgué pero insistió, así que se lo cogí y me quedé paralizada. Era la peor noticia que podía recibir en esos momentso, mi abuelo se había muerto.
Salí corriendo de la cafetería, y me fui lo más lejos que pude de lo que era la normalidad, desconecté el móvil y cogí el primer tren al único sitio en el que sabría que podría estar protegida. Durante el viaje estuve pensando que no era locorrecto, que primero me tendría que despedir de mi abuelo, pero no podía, no me podía creer que se hubiera ido de verdad. También pensé en mi madre y en Álvaro y María, que los había dejado tirados. En cuanto llegara escribiría una carta para ellos.


(Continuará...)

miércoles, 27 de agosto de 2014

Querido abuelo; 27.

Hola abuelo, te escribo para decirte lo mucho que te echo de menos. Primero quiero decirte que para mi fue un placer conocerte, que me cambiaste la vida y me hiciste muy felíz esos 5254 días que pasate a mi lado (aprox). Que te echo mucho de menos y que todo se hace más difícil sin tí, sin que me cuentes tus batallitas, sin que me eches la bronca, sin que me compres chuches, y sin que me hagas cosquillas.
Quiero que seoas que aquí nadie te olvida, y que a veces siento que estás tan cerca que casi puedo tocarte. Que me pueden quitar verte pero no quererte, y que cada día que tú no estás soy menos felíz. Por aquí abajo nos está cayendo un buen chaparron a la famillia, pero sé que tú nos cuidas desde arriba.
La abuela, papá, la tata y mamá te echan mucho de menos. Hay fechas en las que me acuerdo más de tí y fechas en las que menos, pero ten claro que siempre estás en mi cabeza.
Que ojalá me pudieras decir cuanto he crecido, y que si me he echado novio, o cosas por el estilo, que me pudieras felicitar por mi cumpleaños o por mis logros.
¿sabes qué? que te quiero mucho, que te echo mucho de menos y que cuando he ido hoy a verte y te he contado un poco todo me he dado cuenta de que me haces más falta aún.
Me cambio por tí sin pensarlo.
-PRONTO ME REUNIRÉ CONTIGO, ABUELO 27-
         



                                                Te quiero mucho, vuelve por favor.
                                                  Te echo de menos.


                                                                                                                  Tu nieta.

Inseparables (7)

Cuando note cierta luz en mi cara, me maldecí por seguir en este mundo. Por unos intantes no abrí los ojos, pero sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarme a todo esto. Así que abrí los ojos, pero la habitación estaba vacía aunque no tardó en entrar una enfermera, llevaba dos días en coma y mi madre se había ido a dormir a casa porque ya había perdido la esperanza de que despertara pronto.
Cuando llego mi madre porque la habían llamado, parecía entre cabreada y preocupada, no me chillo ya que dijeron que estaba muy débil y debía ser verdad porque no podía moverme mucho. Por la tarde vinieron María y Álvaro, primero entaron los dos pero cuando se iban a ir María se quedó para hablar conmigo. Me empezó a chillar muy cabreada, me decía que por qué había hecho eso, pero yo no la podía decir que era porque sentía que lo había perdido todo, que la había perdido a ella. Así que simplemente me eché a llorar hasta quedar dormida mientras ví que se iba.
Al día siguiente el médico me dijo que tendría que estar unos días más allí hasta recuperarme del todo y aprovecharían para hacerme unas pruebas. Me hicieron radiografías, ecografías, análisis... Y como me suponía aquella tarde sólo apareció mi madre, todavía disgustada, pero el de ese día era distinto parecía estar echándose la culpa por algo así que la dije 'Mamá, tú no tienes la culpa, yo te he ocultado muchas cosas' y las dos nos echamos a llorar. Cuando ya pude hablar la conté las cosas evitando lo de la comida. Me dejo el móvil y me metí en el whatsapp, tenía varios mensajes de Álvaro diciéndome que a él no le podía engañar, y que no podía seguir haciendo a María. Rápidamente le llamé y por fin me atreví a contarle todo a alguien aunque primero me tuvo que prometer que no diría nada.


(Continuará...)

lunes, 25 de agosto de 2014

Inseparables (6)

Cuando me quise dar cuenta nos acababan de dar las vacaciones de verano, yo llevaba odiando este desde unos años atrás cuando mis padres se separaron. Dejamos de ir de vacaciones y el verano en la ciudad no es divertido que digamos y más cuando todo el mundo se va al pueblo o de vacaciones.
Todos los años iba con María a la piscina por las mañanas y luego íbamos con la bicicleta, pero este año era diferente, ella se había echado novio y yo... Yo no conseguía acostumbrarme a la situación, desde que la había confesado la verdad parecía evitarme, habíamos pasado de ser mejores amigas a conocidas, de hablar siempre por teléfono a no hablar.
Vale que yo no quisiera ir a la piscina pero podíamos hacer planes como los de ir en bici, pero ella no llamaba y yo estaba muy dolida por todo lo que había pasado. Mi madre me había prometido que este verano iríamos a Barcelona, o a Sevilla, cosa que me dijo que no se iba a cumplir por mi comportamiento. Yo no lo entendía, había aprobado todas, había estado estudiando y todo esfuerzo se fue en un momento.
Yo no quería echar la culpa de nada a mi madre, pero si ella no me hubiera humillado tantas veces de pequeña, si me hubiera protegido de comentarios dañinos, quizás esto hubiera cambiado. Empecé a pensar que quizá cambiarme de instituto era mi mejor opción, pero no podía estar en mi barrio, mi madre se negó a esto también. Mi moral había caído por los suelos y no me quedaba ni un ápice de ganas por seguir en esto.
Llamarme cruel, pero escribí una carta de despedida, y poco testamento y acabó llena de lágrimas mientas yo me tomaba las pastillas que había encontrado por casa.


(Continuará...)

domingo, 24 de agosto de 2014

Querido veinticuatro;

Hola, te escribo para darte las gracias por todos estos días a tu lado, unos como amigos otros como algo más, lo mejor de todo ha sido poder estar contigo. Tú me haces sentir especial, con cada palabra, aunque sé que no me quieres. ¿Sabes? Necesito cada beso, cada caricia, cada momento que puedas darme y sé que eso es robarte tu tiempo un tiempo que nunca resuperarás así que lo siento.
Que cada sonrisa es un mundo, y ese mundo para mi es mi droga, lo que me haces sentir, lo que quiero conseguir contigo. No sé lo que quiero pero no lo quiero con nadie más. Y que algún día estemos juntos o no quizás nos acordemos de esto y nos ríamos por ser tontos.
Sabes que soy una niña pequeña así que no te esperes grandes cosas de mí, yo te enseñaré a hacer el pez, te contaré la historia de los coches una y otra vez hasta que me calles a besos, conseguiré que ronronees aunque te tenga que recompensar. Eres especial y te lo he dicho en todo momento, aunque no siempre me he portado bien.
Algún día me atreveré a estar contigo sin miedo a nada, y creeme no lo cuento por tí no por mí.
Te quiero amoor.

Inseparables (5)

Conseguí salir del hospital aunque con algunos problemas por las analíticas y hacer como si nada con la puta comida. Cuando llegue a casa estaban mis amigos y mi familia para recibirme. Por suerte nadie se dio cuenta de nada o al menos no pregunto, yo pasado un rato me fui a mi habitación con la escusa de que todavía estaba débil pero en realidad tenía que trazar un plan. Cuando estaba desesperada llorando entró María, aunque nos hubiéramos distanciado ella sabía que me pasaba algo.
No me apetecía sincerarme con nadie pero si lo tenía que hacer con alguien, ella era la persona adecuada. Así que la empecé a contar todo, salvo lo suyo con Álvaro , y así terminamos las dos llorando cual magdalenas en mi habitación.
Pero que se lo hubiera contado no significaba que no me fuera a seguir distanciando, y más cuando me enteré de que se lo había contado a Álvaro. Pase semanas en casa hasta que llego el verano y mi madre se 'percato' de que me pasaba algo. En realidad María la había llamado diciendo que estaba muy preocupada por mí. No sabía si odiarla o agradecérselo.


(Continuará...)

Derrumbamiento.

Todo se va derrumbando a mi camino, serán mis pisadas que son demasiado fuertes, será que no puedo ser nada en este mundo. Que la vida pasa y el tiempo se agota, pero para mí cada instante es eterno, cada cosa duele el doble y cuando toca sonreír no puedo. Y ahora puedo decir que sé lo que la gente piensa de mí, y con eso digo gracias por la opinión y por joderme un poco más. Eso si, el día en que os deis cuenta de los problemas que habéis causado a los demás será tarde, y vivimos en una sociedad que nos inculca a odiarnos a nosotros mismos, a criticar al de al lado para creernos superiores, pero una persona es superior cuando sabe plantar cara a todo esto.
Y no soy nadie para hablar sobre esto porque yo no tengo camino en esta vida que es una mierda, pero ahora que cada vez recibo más desprecios me doy cuenta de lo que perdí y de lo que estoy perdiendo, pero soy demasiado gilipollas para darme cuenta. Y no sé si esto lo escribo yo, mi mente o mi corazón, sólo sé que lo escribo porque estoy hecha mierda y cansada de luchar.

sábado, 23 de agosto de 2014

Sin saber por qué.

No sé que pensar ya de todo esto. Cada persona me dice un cosa y yo no sé que escoger, porque sé que las dos cosas son mentiras. Me siento incomprendida, soy un bicho raro intentando escapar de un sitio que no es el adecuado para mí, me refiero al mundo, sí, quiero escapar de él, de todos los problemas que tiene y ver algo más allá. Algo que me indique lo que va a pasar mañana o tal vez dentro de unas horas. Quiero saber si voy a ser querida o simplemente criaré cerdos como dije porque lo de los gatos ya es muy aburrido.
No soy la típica chica que se arregla, soy más de chándal y playeros que de falda y francesitas. Siempre me he llevado mejor con  los chicos que con las chicas, ya que con ellos sentía que podía ser yo misma, ¿acaso encajo en mi especie? No, está claro que no, que necesito un cambio.
Me siento sola, sin apoyo y sin amigos, pero dicen que es que yo lo veo así porque quiero, pero ya me gustaría a mi verlo todo como en una película de Disney en la que todo sale bien a la protagonista.
Pero yo no quiero estar en mi vida, me borraría por un tiempo, me iría algún lugar sin saber cómo ni por qué. Y sé que el olvido es inevitable y me da miedo saber que si muero pronto nadie hará nada, yo por fin habré dejado de existir y ya nadie tendrá por qué quedar bien conmigo.

viernes, 22 de agosto de 2014

Inseparables (4)

Mi odio a la comida se fue trasformando en un odio a mi misma en un osio a mi mejor amiga por ser tan envidiable. Cada vez la veía menos, me empecé a encerrar en casa poco a poco y las llamadas simplemente eran para que me contara que tal con su novio, mi mejor amigo, otras persona que sólo veía cuando me llevaba al instituto y con la que cada vez las conversaciones eran más secas.
Ya nunca hablaba de mí, ni de como estaba, ni de las clases. No me preocupaba nada salvo adelgazar, y escogí el método más rápido pero más difícil.
Cuando por fin se terminó la silla de ruedas y pude andar, empecé a salir a correr, iba por ahí con la bici y así siempre que podía mientras los demás se pensaban que era para fortalecer el pie. Un día no sé ni cómo ni por qué, me desmaye mientras corría o eso me supongo dado que no me acordaba de nada. Cuando abrí los ojos mi madre estaba allí, agarrando mi mano. Tenía muchos cables a mi alrededor y una vía con lo que supuse que era suero. Mi madre me dijo que tan sólo habían sido unas horas las que había estado inconsciente pero que se había asustado mucho.
Por lo menos aún no tenían un diagnóstico y yo podía mentir. Empecé a decir a mi madre que había sido una bajada de tensión porque además había dormido poco y la tensión de los exámenes no ayudaba. Cuando pasó el médico, entraron mis mejores amigos, María y Álvaro, de la mano, me dio un pinchazo en el estómago pero me aguante. Me preguntaron que me había pasado pero todavía no estaba preparada para contárselo a nadie y les mentí lo que me hizo sentir culpable...
Después llego mi padre, justo cuando pensaba que ya no podía aparecer, pero como siempre tiene el don de la oportunidad y empezamos a discutir, me desesperé tanto que me dio un ataque de ansiedad y me dormí llorando.


(Continuará...)

Amoor

Y es lo que siento al estar contigo, es la sonrisa tonta que no puedo intentar disimular... Es todo lo que siento por tí, mi manera de llamarte a la vez que expreso todo. Cuando me lo llamas se para el mundo, mi corazón se detiene y vuelve a latir con más fuerza. Que eres especial, desde el primer momento aunque o lo supe, y que aunque no lo creas llamas la atención con tu dulzura y tu timidez.
Eres especial, y hace poco que me di cuenta de que no solo lo eras para el mundo, que sobre todo lo eres para mí, que te necesito en mi vida, porque sé que me quieres ayudar sin interés alguno como pensé en un principio. Y he pensado y pensaré que solo te ríes de mí, que solo quieres destrozarme un poco más aún, pero esos son mis peores momentos y en los que más te necesito.
Gracias por protegerme y cuidarme, gracias por prometerme lo imposible y por querer estar a mi lado. Me recorrería el mundo con tal de hacerte feliz y si te hago daño perdóname porque no lo haré queriendo.
Si todos los caminos nos llevan a Roma y Roma al revés es amor, ¿significa que todo me lleva hacía tí? y como según dicen no hay salida quieropasear por cada una de las calles de 'Roma' contigo.
Eh amor, te quiero.

jueves, 21 de agosto de 2014

El olvido es inevitable.

¿Qué es el amor? me preguntó y a veces me doy cuenta de que es el sufrimiento que nos causamos al querer a los demás. Hay cosas mágicas que solo dicta el tiempo, hay mariposas en el estómago, corazones que van a toda prisa, y sí toso esto es muy bonito al principio pero cuando algo se acaba deja de serlo.
A mi me gustaría que el amor no se acabra nunca, que siempre hubiera algo que lo hiciera resurgir, pero eso son sueños porque si lo pienso más a fondo me doy cuenta de que muchas veces nosotros acabamos con el amor que sentimos hacia alguien, sin saber por qué vamos perdiendo las mejores cosas de nuestra vida. ¿Cuándo una relación se termina, las personas siguen unidas o simplemente no se vuelven a mirar a la cara?
El único amor que va a estar siempre ahí va a ser el de la familia y hay que aprovecharlo.

Inseparables (3)

Ooouh mi plan salió a la perfección porque para cuando quise volver al salón les vi acurrucados en el sofá. Sentí que sobraba, pero ya estaba acostumbrada a ese sentimiento, cogí mi libro a duras penas y llevé la silla de ruedas a mi habitación.
Intenté concentrarme en la lectura pero no pude, lo único que pensaba era que estaba engordando mucho por no poder moverme, iba a hacer dieta, esta vez lo iba a cumplir, no como las otras veces que lo único que conseguía era acabar con  la despensa. 
Mi mejor medicina sería reducir cantidades, no quería que nadie se enterara de esto, aunque a nadie parecía importarle. Ahí fuera estaban mis mejores amigos juntos sin saber que existo, pues si no lo saben ellos los demás imposible...
Me empecé a sentir muy vulnerable, no podía evitar llorar así que me tapé con las mantas y empecé a llorar. Todo en mi cabeza era igual 'soy escoria', 'doy asco' y similares...
Cuando me desperté a la mañana siguiente me prometí a mi misma que iba a cambiar que no iba a seguir siendo la gorda invisible al final de la clase. Empezaríamos por un cambio de imagen, luego iría cambiar mi cuerpo. Así hasta ser una persona completamente distinta.
Tenía ganas de llamar a mi mejor amiga para contárselo pero era muy temprano y estaría dormida y más después de que anoche se fueran a las tantas.



(Continuará...)

miércoles, 20 de agosto de 2014

Inútil.

A veces me considero un tanto gilipollas por como soy, por dejar pasar las cosas. Y con laa cosas también me refiero a la vida. Mirame soy un desastre, una de las peores personas que puedes conocer y ni siquiera ssé por qué sigo en este mundo de valientes si yo soy una cobarde..
Me gustaría saber como me ven desde fuera porque desde dentro soy patética,  un aer humano muy miserable, un monstruo.  Eso es lo que me considero... cualquier día no quepo por la puerta. Algún dia cuando nadie me importe conseguiré irme.

Inseparables (2)

Y así como si nada me di cuenta de que estaba enamorada de mi mejor amigo, pero yo sabía que él estaba coladito por mi mejor amiga. Vaya suerte la mía pensé en esos momentos. Pero bueno ella tampoco se había parado a fijarse en él ¿no? ¿y si no me lo había dicho? Una cosa estaba clara tenía que olvidarle, llevabamos toda la vida juntos y nose podía estropear ahora.
Cuando llegué de clase llamé a mi mejor amiga para contarle lo que había pasado duramte el día y que me aconsejara. Al fin y al cabo era como mi hermana. Pues se me debía notar mucho porque ella decía que llevaba años tras él y por eso no me había dicho nada. Cuando terminamos de hablar,  me puse a pensar en una manera de juntarles, una encerrona estaría bien. Esta noche cenaríamos los tres y yo recibiría una llamada para que pudieran hablar. La felicidad de mis amigos antes que la mía,  siempre.


(CONTINUARÁ...)

martes, 19 de agosto de 2014

Inseparables.

Me levanté un día como otro cualquiera y allí estaba mi mejor amiga a mi lado, nos habíamos quedado hasta las y mil hablando de la noche anterior con nuestros amigos. Vale ahora se merecía una trastada por haberse quedado hasta tan tarde hablando de media discoteca.
Éramos un dúo inseparable la pareja perfecta, siempre unidas, a pesar de ser muy parecidas en la forma de ser había algo que siempre nos había diferenciado, ella era la guapa, la que ligaba siempre y yo era la maja si llegaba, la que iba intentando quitar del medio a los tíos para acercarse a su amiga.
Me levanté fui al baño y llené el cubo con agua, para cuando quise entrar en la habitación ya se había despertado y estaba hablando con uno de sus ligues de la noche anterior por el móvil, se me había chafado el plan. Desde el primer momento que la conocí la envidié tenía algo mágico...
Y ya veis cada día  que pasa la envidio más, porque yo nunca encontraré novio. Nos levantamos y nos fuimos a correr acompañadas por Amnesia de 5SOS y otras canciones. de repente me tropecé y no podía levantarme, mi tobillo se había partido y ella no podía cargar conmigo, pesaba demasiado para ella. Tuvimos que llamar a mi madre y me mandaron al hospital para que me operaran..
¿Por qué tanta mala suerte? No lo sabía pero quizás sacara algo bueno de aquello ya que tendría que encontrar a un amigo que me  llevara un mes a clase en silla de ruedas. Solo pude acudir a mi mejor amigo pero algo era algo. Soy esa chica invisible que nadie ve y cuando llegue después de que me dieran el alta parecía que fuese nueva, todos me miraban, o quería desaparecer, ojalá ella estuviera aquí.


(continuará...)

Un golpe duro.

Allí estaba ella, sentada en un banco sin esperar a nadie, escribiendo en su diario como si nada. De pronto recibió una llamada de su padre, a ella la daba miedo contestar por las noticias que se podría encontrar, y con razón porque cuando al fin se armo de valor recibió la noticia de que su abuelo había fallecido. Sin pensar tiro el móvil pensando que así podría conseguir que todo lo que había oído no fuese verdad.
Empezó a gritar desesperada, se notaba el miedo en su voz, se sentía más sola y culpable que nunca. ¿Por qué no se había podido despedir? ¿Por qué se había llevado a una buena persona y no a ella que es una idiota? Salió corriendo para huir de todo pero el dolor era más rápido que ella, y la iba a perseguir fuera donde fuera.
Cuando llego a casa ya era tarde, sin decir nada se fue a su habitación y taponó la puerta y la ventana, estaba sola y se sentía algo protegida.No podía parar de pensar en lo que había pasado, ni en como podía haber sido tan tonta de lo haber hecho frente a la situación cuando pudo.
Desde ese día la chica decidió que hablar con su padre era la peor de sus opciones porque la traía demasiados recuerdos. No iba a ser muy difícil dado que no vivían juntos, sólo tenía que olvidar las llamadas.
Pasaron los años y no olvidaba el dolor, ese golpe la había dejado marcada y nada la sacaría de ese estado de sock, pero eso no era lo peor que la podía pasar, ya que pronto iba a descubrir que la suerte no estaba de su parte y se las iba a hacer pasar mal.

lunes, 18 de agosto de 2014

Algo imprevisto.

Tuvieron que sacarla de allí a rastras, sin poder decir nada más. Estaba en un estado caótico, no podía apenas respirar del disgusto que se acababa de llevar. Era sólo una niña de unos quince años con sueños, sueños que se desvanecieron cuando se empezó a dar cuenta de como era la vida de verdad, que no era un cuento de hadas como la habían dicho de pequeña.
Se levantó un buen día sin saber dónde estaba ni lo que había pasado, pero esas características sólo podían ser de un hospital. Tubos por todas partes, recuerdos desavenidos, ¿y dónde estaba su familia? ¿por qué no había nadie a su lado? De repente apareció el médico y la explicó su situación, estaba allí dado que había perdido los nervios hasta desmayarse en el psiquiatra. De golpe se empezó a acordar de todo, de la frustración que había tenido con una persona que supuesta mente sólo la quería ayudar pero ella sentía que la estaba machacando. El médico se mostró amable con ella, y mantuvieron una charla muy agradable para ambos salvo por la noticia que iba a recibir en breves momentos. al hacerla la analítica habían descubierto que algo no iba bien en su interior, podía tratarse de cáncer, de un tumor o tan sólo un bulto del que habría que ocuparse. Si aquella pobre niña ya estaba hecha un lío antes, ahora no era capaz de reaccionar y se desmayó.
Esta vez al despertar vio a su familia allí rodeándola, una familia destruida que se había juntado por el cariño que la profesaban, aunque se la hacía muy raro lloró de felicidad por tenerles y empezó a imaginar otra vez cuentos de hadas, pronto se desvaneció con las noticias de la mañana siguiente, apartes de su TCA la acababan de descubrir leucemia. Una parte de ella se alegró porque sabía que al fin moriría pero la niña pequeña que había sido no puedo ocultarse por más tiempo y asustarse ante aquella temeridad.
De repente gente que hacía mucho que no veía apareció de pronto en su vida, algo raro ya que las cosas no habían terminado muy bien. Genial ahora encima daba pena a todos pensó triste la chica. Pero no era así, sus amigos volvieron porque ya habían perdido mucho tiempo de estar con ella por no aguantar más en el pasado, porque aunque los actos de la muchacha no estuvieron bien ella no pudo controlarles.
La metieron en la lista de trasplantes y empezó la quimioterapia, algo que no la asustaba después de las experiencias del pasado. Un mes después consiguieron el trasplante necesario, lo que dio algo de esperanza a su familia pero lo que ella realmente quería era pasar sus últimos días con sus amigos y familia.
Dos meses después la chica falleció sin motivo aparente. En su funeral estuvo mucha gente, lo que más llamó la atención fue la aparición de un chico al que todos pensaban que no volverían a ver.

viernes, 15 de agosto de 2014

Pensaremos.

Toca pensar un poco más en lo que hay a nuestro alrededor, de disfrutar el paisaje y empezar a preguntarnos el por qué de algunas cosas.
Una de las grandes preguntas que yo tengo es ¿nacemos para ser felices o solo para pasar por un proceso un tanto absurdo salvo porque quizás creemos vida? Creo que todos nos merecemos ser felices y aún así hay mucha gente que no puede. Una cosa principal para darnos cuenta es la comparación entre el tercer mundo y el primer mundo, aunque muchas veces las personas del tercer mundo son más felices al saber apreciar las pequeñas cosas, y esas pequeñas cosas son las que marcan la diferencia.
Creo que últimamente nos estamos volviendo tontos, que estamos desperdiciando cada minuto en este mundo, del cual no diré mi opinión de momento. Creo que la sociedad no hace más que crear complejos y prejuicios, la gente lo quiere cambiar pero yo no veo que nadie se esfuerce en nada...
Un día todo se va a acabar y nos vamos a dar cuenta de lo que importa realmente , pero ya será tarde.