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sábado, 29 de diciembre de 2018

Luces.

Acercarte a ver la decoración de la ciudad
pasar por las calles y quedarte con todas las luces,
                                                                     (ni que fueses Alfred)
quizás sacarte un par de fotos
unas pocas solo y el resto con esa persona especial.
Merendar en aquellos puestos de la plaza mayor
'un chocolate con churros, por favor'
y quemarte la boca de ansia.
Mirar aquel carrusel en el que montaste de niña
y quizás te entra morriña
por aquella foto tomada años atrás
o por el abrazo al bajar.
Puede que huela a Navidad,
a familias reunidas,
a los detalles bajo el árbol
y a los abrazos de felicidad.
Las copas que hay que renovar
por las que se rompen al brindar
tras esas 12 campanadas
que nos indican un año más.
Tiempo de valorar
qué fue lo peor
y qué no quieres jamás,
qué fue lo mejor
y si lo volverás a disfrutar,
quién te dio su tiempo y sus ganas
quién se mantuvo a pie de cañón.
Un par de lágrimas
y sonrisas de felicidad,
abrazos de alegría
que invaden nuestro hogar.

domingo, 23 de diciembre de 2018

4 segundos.

Ayer nos eché de menos
aún sabiendo que no debería,
pensé en el
                                               "¿Qué hubiera pasado si...?"
y ya no importa lo que hubiese pasado.
Quizás fue el abrazo
donde me quedé clavada,
o esos chistes malos
que no cambiarán nunca.
Quizás fue por el
'me pido lo mismo que tú'
sin saber siquiera que sería.
Quizás fueron esos 4 segundos
en que no nos dijimos nada
y ahí lo entendí todo.
Quizás porque aprendiste
a rechazar lo material,
o aprendiste a escuchar
más allá de las palabras.
Quizás fue
por la vuelta a casa,
el frío de siempre
pero algo no estaba.
Quizás fue la cara en la despedida
la que quedó marcada,
quizás fue esa la que dijo
más que nuestras miradas.

jueves, 12 de julio de 2018

Constantes.

Creo que la felicidad son instantes,
momentos de carcajada sonora
creando nuevas constantes.
Abrazos bien fuertes por la espalda
y un par de canciones de festival
con cervezas y amigos.
Besos en la frente
con los que te sientes importante
y cosquillas en la espalda antes de dormir.
Lágrimas,
con dolor de tripa
o con dolor en el pecho.
Olores con indicio de hogar
o de quién un día lo fue
arropándonos en sus brazos.
Vistas al mar al amanecer
o sentir las vistas más bonitas
en la terraza de tu casa
cuando la compañía es buena.
Canciones que te suben el ánimo
sin poder dejar de bailar
perdiendo todo tipo de vergüenza.
Personas
que se muestren y demuestren,
que abracen fuerte
y rían sin miedo.
Sonrisas que cuentan una historia,
cicatrices que nos recuerden lo que superamos
y miradas que nos llenen de paz.

lunes, 28 de mayo de 2018

Reír.


Cantar, bailar y encontrar
A quién te hace brillar,
Jugar a querernos a rabiar
Hasta que sea de verdad.
Ver
Todo lo que se puede aprender
Atreviéndose a querer.
Reír, reír y reír
Sin plantearse si quiera desistir,
Que todo lo que esté por venir
Sea por vivir.
Enlazar tu mano al caminar
Sin plantearse el abandonar
Viéndonos avanzar
Con la paciencia de quién sabe esperar.

martes, 17 de abril de 2018

'Carpe diem'

Calma
al entrelazar nuestros dedos,
al sentir el cobijo de tus brazos,
al oír te quiero en el momento exacto
al apoyarme en tu pecho y sentir tu ritmo,
Ganas
de verte desnudo pero con ropa,
de ser marea baja en un día de tormenta,
de todo lo que nos espera.
Prisa
ninguna,
'Carpe diem'.
Miedo
por si un día no estás,
por si desaparece el cobijo de tus brazos,
por si mañana se me escapa una lágrima y no me abrazas.
Tiempo
el mayor regalo que te nace,
el que quiero pasar contigo,
el que hace que siempre quiera un poco más.
Guerra
declarada,
iré con todo,
te golpearé con la almohada,
reirás con cosquillas
y sellaremos paz con un beso.

miércoles, 21 de febrero de 2018

Oasis.


Eres ese estado de felicidad constante,
esas cosquillas en el abdomen,
esas ganas de un 'solo 5 minutitos más'.
Eres todas la fronteras con las que sé que nos toparemos
nuestro empeño en superarlas,
eres la melodía de aquella canción en primavera.
Eres la vuelta a casa
el regreso a la calma
no quererme meterme en la cama
                                                       [si no es contigo].
Eres sonrisa, sincera y honesta, la tuya y la mía,
eres el cruce cómplice de nuestras miradas
eres oasis entre tanto desierto.
Eres la lluvia que quiero que acompañe mi verano
y el sol que salga este invierno,
eres esa carcajada que rompe en mi garganta
sin explicación alguna,
eres todas esas madrugadas que nos dedicamos.
Eres constancia
como la que usas al trazar un plan perfecto,
eres la tranquilidad de la marea
la euforia en lo más alto de la montaña.
Eres los pequeños detalles
lo que podría pasar desapercibido pero no,
eres cuidador nato
y principio de novato.
Eres lágrima de felicidad,
apoyo diario
confianza sobre los hombros.
Eres niño, juego y jugador,
eres Spotify sin publicidad,
vuelta a casa con lo semáforos en verde.
Eres niñera, paciente y sereno,
eres la magia de la Navidad todo el año,
eres cobijo en la tormenta.
Eres el viernes más deseado,
el domingo entre mantas
y el jueves universitario.
Eres tú,
tan único,
que deberías seguir siendo tú toda la vida.

miércoles, 24 de enero de 2018

Planes perfectos.

Y sin embargo, a pesar de intentar planes perfectos
se nos olvida lo bonito que es acabar tirados en un banco:
risas, mimos, piques y algún que otro beso.
Hablar de música o de cualquier otro tema
sin salirte de la conversación,
buscarse entre tanta gente
quizás la casualidad de coincidir
                                                                 [entre tanto tiempo y  tanto espacio].
Sonreirmos debajo del abrigo
y aún así busques mi boca para besarla,
subir a un banco y besar tu frente
mientras vacilas con cogerme.
Abrazarnos después de un beso
y acabar por no querer soltarte
porque quizás te siento hogar.
Ganarte en la primera partida, picarte,
que la siguiente la ganes tú, picarme,
y quedarnos con la duda del desempate.
Acariciar tu pelo
mientras cierras los ojos
y yo no los quito de tí.
Sonreir(nos) callados,
llenarnos de ganas,
ganarnos el tiempo.
Hablarnos con gestos
terminando la frase,
¿conexión de alta tensión?
Que alejes todos mis miedos
ya vengan de una película
o del runrun de mi cabeza.
Conocer algo nuevo cada día
quizás un pequeño chantaje pa' ti
o un gran misterio de mi.



sábado, 6 de enero de 2018

Buen paje.

Hoy es el día en el que más he notado tu falta, en el árbol no había ningún regalo con tu nombre, no tenía que ir corriendo a verte sólo por ver la sonrisa que se te ponía aún ni acordándote del día que era. Hoy no te he dado la colonia de todos los años como buen paje, hoy no he recibido los juguetes que pedías para mi porque  'niñas tan buenas como la mía no las hay, y no es porque sea su abuela', o el cambio a billetes para que me comprase un jersey bien gordito al empezar la adolescencia. No has tomado tu café con leche en la cafetería de la residencia mientras hablabas del abuelo con una sonrisa y lágrimas en los ojos, no me has ofrecido un cacho ni me has dicho que tenía la cara un poco más rellenita, siendo el mayor piropo para ti aunque no fuese lo ideal para mí. No has agarrado mi mano con ese temblor tan tuyo con el que siempre dijimos que robarías panderetas, no has pedido a Marisol que nos canté en el vestíbulo ni has aplaudido su brillante actuación.
He visto un ápice de tristeza en los ojos de papá, yo sé que llevaba tu nombre, aunque he visto reflejado al abuelo. He visto las ganas que tenía de comerte a besos nada más llegar y animarte a caminar un poco más a pesar de tu cabezonería, he fijado mi mirada en el que fue tu sitio en la mesa durante años y he deseado que volvieses a estar allí.
Has faltado aquí como otras veces faltaste ahí arriba para dar un beso al abuelo, calmar su temperamento bravío y teneros cerca el uno al otro. El mejor regalo hubiese sido un achuchón de los tuyos, con esos besos de los que tanto me he quejado y ahora tanto añoro.