Ella es de pantalones largos en verano, a veces incluso
lleva sudadera. Es de cara alegre en días de tormenta, y de ser socorrista de
cualquier naufragio menos del propio. Es de caminar despacio cuando tiene
prisa, y de darse prisa cuando el tiempo sobra. Odia tener que disimular cuando
come chocolate, pero odia más decir la verdad y que tu sonrisa se rebaje.
Intenta dar pasos firmes hacia delante, aunque a veces
tienda a descarrilar. Tiene curvas, aunque no entiende cuál es la más bonita.
Cuenta con dos pequeños circulitos que brillan al llegar la despedida, como
cada verano. Es viajera por naturaleza, metiendo algo cada semana para la hucha
de los sueños. No es que haya visto mucho mundo, apenas ha salido una vez de su
país aunque ha montado 4 veces en avión.
Es cariñosa, muchas veces a su forma. Es abierta y tímida a
la vez, sólo tienes que esperar. Lo mejor de ella, es que cuando quiere, quiere
de verdad, poco a poco (o eso intenta). Se ilusiona fácilmente con cualquier
pequeño plan o posibilidad, cuando lo siente de verdad incluso pide deseos.
Ha pasado por malos momentos, sabiendo quiénes iban a
ayudarle a levantarse. Ha abrazado sin fuerzas, pero sonreído de verdad. Ha
sentido como la soledad bailaba en su ventana cada noche sin poder echarla. Ha
tenido miedo de cualquier día menos de un Martes 13, sintiéndose como en casa.
Ha querido irse, teniendo que quedarse por su mamá. Ha elegido ser feliz,
haciendo felices a los demás.