Mi lista de blogs

sábado, 23 de septiembre de 2017

1,2,3...8,9,10

Un abrazo por la espalda, de esos que impresionan y quitan miedos. De esos en los que sientes que le importas y en los que te girarías para
Dar ese par de besos que te saben a poco porque vuestras bocas os piden más, mientras que las sonrisas os delatan con
Las tres miradas que os dáis antes de cogeros la mano, por no hablar de cuando os miráis fijamente al besaros.
Cuatro palabras al irse a dormir que dicen que os queréis, y que bonito cuando lo hacéis verdad con hechos.
Deseáis que lleguen esos cinco minutos para veros, aunque sólo os vayáis a sonreír por el pasillo. O lo largos que se hacen los cinco minutos previos a veros, en los que algo golpea vuestro estómago con suavidad.
Seis días a la semana sois a través de una pantalla, pero que pasada es veros el día que sois a través del tacto, la vista, el oído, el gusto y el olfato.
Las siete maravillas no son nada en comparación a la magia que hacéis entre sábanas, cómplices de cada aventura.
Con aquellas ocho letras de cada te quiero, que muchas veces jugáis a no creeros. Parece mentira que dudéis de vez en cuando y haya noches en las que marcáis
Nueve números, para borrarlos y repetir esta operación hasta que os armáis de valor u os dáis por vencidos.
Diez versos escritos en espaldas ajenas,y que bien escritos como aquella canción que habla de que  los dedos que notan el frío y tu calor.

jueves, 14 de septiembre de 2017

E(re)s[tás]

Estás preciosa cuando sonríes. Cuando no dejas de bailar aunque la música cese y tus pies no puedan más. Cuando te miras en el espejo y dudas, ahí también estás preciosa. Cuando caminas por la calle, ya sea en compañía o solitaria. Cuando cantas en la ducha y te pierde tu canción favorita. Cuando te acabas de levantar y vas zombie a la cocina a por tu café de 'buenos días', ahí sigues estando preciosa.
Quizás no sea que siempre estás preciosa, si no que lo eres.  Y es que eres preciosa cuando  agarras su mano sin tener por qué, cuando has tenido una mala noche y no puedes más, cuando te acercas a pegarle después de que te pique.
Eres preciosa en una escala de 'que te importe una mierda lo que otros piensen', aunque sé que eres tú la que no se cree preciosa. Y es que más allá de esa sonrisa, esos ojos o cualquier otra parte de tu cuero, eres preciosa por dentro. Eres preciosa cuando ayudas a cruzar a un anciano o quizás le llevas las bolsas, eres preciosa con un niño en brazos, eres preciosa cuando tu madre te lo dice y no haces caso. Eres preciosa cuando te dejas conocer por dentro aunque te cueste. Eres sin creer, así que imagínate creyendo.