"Cinco minutos son suficientes para vivir una vida entera, así de relativo es el tiempo." M. Benedetti.
Así de fácil e inverosimil como todas las pequeñas cosas.
Esos cinco minutos que nos decimos a nosotros mismos sólo para dormir un poco más.
Esos cinco minutos que todos tenemos al día si queremos para ver a alguien.
Esos cinco minutos en lo que empezamos a hablar con alguien y nos flipa, magia y conexión.
Esos cinco minutos que pides que se quede la otra persona y acaban convertidos en diez, veinte o media hora que pasan como cinco minutos.
Esos cinco minutos que nos pasamos delante del espejo para ver si nos damos el visto bueno.
Esos cinco minutos en los que nos hicieron polvo, o en los que nos echaron polvos.
Esos cinco minutos en los que discutimos para luego arreglarlo y hacerlo mejor.
Esos cinco minutos que pasamos llorando sin tener claro el motivo.
Esos cinco minutos llenos de gloria para el artista cuando todo el público lo aplaude.
Esos cinco minutos convertidos en despedida.
Esos cinco minutos en los que pides a alguien que se vaya, deseando que se quede a tu lado.
Esos cinco minutos antes de un examen como si justo te fueses a aprender lo que te falta.
Esos cinco minutos que pasas mirando fotos de cuando eras niño.
Esos cinco minutos, puede que menos en los que te han partido el corazón.
Esos cinco minutos que nos hacen vivir y morir al mismo tiempo.
Esos cinco minutos que pasaron a la velocidad de la luz al conocerte.
Esos cinco minutos que me bastaron pa' quererte.