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domingo, 17 de diciembre de 2017

Efectos secundarios.

La RAE define medicina como "conjunto de conocimientos y técnicas, aplicados a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas, o en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que puedan a producir".
¿Cuánto conocimiento tiene un persona para predecir que pasa por esos ojitos tristes, diagnósticar a través de esos abrazos tristes, tratando de encontrar la técnica perfecta para convertir esa ligera mueca que muestras al exterior convirtiéndolo en esa sonrisa que da vida?
Hay personas medicina, de esas que curan e incluso salvan; ya lleven tiempo en tu vida y caminen a tu lado levantandote en las malas rachas, o aparezcan viendo las secuelas que otros abandonaron y decidan rehabilitarlas. No necesitan mucho recurso, tiempo y ganas, chistes que contarte a las doce de la noche cuando ya no puedas más, o a las siete de la mañana cuando sólo quieres quedarte en la cama a vivir un temporada. Quizás sean las visitas, los abrazos, las llamadas en la distancia, las palabras a gritos en las miradas, darse la mano y apretar muy fuerte como si no quisiera soltar. Predecir la lágrima que caerá dos segundos después por tu mejilla, poniendo el pañuelo en tu mano.

Como todo en esta vida la medicina es un arma de doble filo, me feriero, la medicina durante el tiempo del tratamiento crea un efecto que mejora tu estado pero ¿y cuándo el tratamiento se acaba?. A menos tiempo, menor probabilidad de crear dependencia en el individuo, cuanto más tiempo mayor probabilidad de ir creando cierta dependencia en el individuo.
¿Qué pasa con toda medicina? Que hay cierto riesgo de que produzcan los llamados 'efectos secundarios' en nuestro organismo. Son esos que aprecen durante el uso de la medicina, los que pueden pasar a formar 'parte de ti', en personas, cambios en la forma de ser, alteraciones en la personalidad. Estos efectos puedes arrastrarlos contigo hasta que formen parte de ti, y eso te haga actuar de distinta forma con lo que podrían ser nuevos medicamentos sin poder leer estos en folleto. Estos efectos secundarios se pueden dar como un efecto colateral al dejar la medicación, ese toque de desconfianza que nos queda tras la marcha de quien fue importante, esa ansiedad que surge en tu pecho, esa cicatriz que aparece en algún rincón inóspito, un poco de culpa al conformarte con la marcha.
¿Cuántos efectos secundarios puede provocarte una misma medicina? ¿Es también proporcional al tiempo que lleves tomándola? ¿Sumarán efectos colaterales al paquete?

domingo, 10 de diciembre de 2017

Instante.



Somos ese instante.
Ese en el que elegimos,
Decidimos avanzar en el camino.
Somos ese instante
Que dura años en nuestra cabeza
Acunando nuestros dudas
Resaltando nuestra felicidad,
Porque la felicidad
No es más que un instante
                                                    [pasajero].
Recordar aquel momento
Del que saltaste a la cama
                                                [a ciegas],
O aquel día que acabaste
Bailando bajo aquel puente
                                                   [que pareció pequeño entre sonrisas].
Cuando apretaste la mano
Por miedo, alegría o tristeza
Y te devolvieron el abrazo
                                                      [de un instante].
Leer sobre todas las personas
Que apoyaron tus malos momentos
Tendiéndote una mano amiga,
Riendo contigo
En un compás binario
Cuando los momentos fueron mejores.
Esa foto,
Que se convirtió en instante
De tanto reírnos de ella
                                             [por los caretos].
Esos abrazos
Que quieres que duren
                                            [más de un instante]
Por la vida que te dan.
Llamadas a la 04:00 a.m.
En busca de novedades
                                               [en el frente]
De las que estás bastante puesto.
Cuando callamos por miedo
Y sentimos por dentro,
Aquel naufragio
Que nunca conoció capitán.
Aquella tormenta
Sin lluvia, aire o relámpagos
En la que no encontrabas
A qué enfrentarte.
Ese superman sin capa
Que era mujer heroína
Cuando le veías un sábado noche
                                                            [entre tantas miradas].
Ese chiste malo
Sin su gracia
Pero con mucha risa.
No tengas prisa
Aquí hay brisa,
Como la que se lleva
Esa caja de bombones
                                            [que es la vida].
Puesta de sol,
Lluvia de estrellas,
Amanecer entre risas.
Ser fitness de semana
Como esa canción pegadiza
Con título de tantas fotos.
Skype en viernes noche
Confesiones a las mil y una,
La copita de algún sábado
Que te vuelve más pedo
                                            [que Alfredo].
Ver crecer
Y crecer con ellos,
Ver la sonrisa de orgullo
                                            [ojalá más veces].
No volver a decir ‘adiós’
Que nos lleven a no vernos
En mucho tiempo
O a dejar de hacerlo.
La lágrima al escribir
La última frase
                                [en aquella conversación],
El cacho de corazón
Que diste,
Sin cambio ni vuelta,
Con vacío y tormenta.