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domingo, 28 de agosto de 2016

Superheld

Superhéroe, aquel que está a pesar de todo, el que lo primero y lo útimo que te dice es que te quiere mucho y además te lo demuestra, quien con solo una sonrisa hace que hagas una mueca de ella, el que da los mejores abrazos del mundo aunque no puedan ser a diario, pero son de esos abrazos de verdad que te llegan dentro y te dan seguridad, quien día sí y día también confía en ti y en que puedas. El que te anima a seguir con el trabajo diario pero sobretodo te convence de que todo es más llevadero con una sonrisa, aquel que te llama de vez en cuando y de cuando el tiempo lo requiere, porque así con leer su nombre en una pantalla, las penas se pasan, la vida se para y todo se vuelve mejor, quien te hace compartir la locura y que todo sea único.
Superhéroe aquel que recorre distancias solo por ver que estás bien, aunque no le pille ni de camino hasta cuando lleva casi veinte días racaneando horas de dueño, aquel que te propone aprender a conducir y te hace ver la realidad a extensas horas de la madrugada, quien ya te tiene en su equipo sin títulos ni nada y te hace sentir única a cada paso, el que hace única cada frase, caracterizandola propiamente y enseñandola a su descendencia.
Superhéroe aquel que te regala unas navidades a principios de Febrero por los contratiempos surgidos, quien te ha enseñado a calamarte, a querer y a que compartir es vivir, quien mete una coca cola en el congelador y cuando al día siguiente se acuerda, se le estalla al sacarla, ese que es capaz de hacerte los días más amenos y las canciones más alegres, quien se ha convertido en tu hermano mayor y también en la persona en la que más confías, aquel que recuerdas día sí y día también por los cambios que ha producido en tu vida, por la ayuda que te ha dado, el apoyo y porque le quieres tal y como es.
Querido superhéroe, gracias: por hacerme sonreír pese a los 198 kilómetros que nos separan, por ser la mejor persona del mundo(mamá, lo siento), por volverme a enseñar el significado de la palabra hogar y devolverme las navidades, por hacer que tenga ganas de que pase un año entero para ver al resto, por ser siempre tan claro y por dejar de ser amigo para convertirte en familia y en un gran ejemplo a seguir.
                                                                                 
                                                                                                                        Atentamente:
                                                                                                                 El monstruo de debajo de tu cama.

P.D. Por personas como tú, el mundo es menos malo. Por personas como tú, existen personas que sonríen tanto como yo

domingo, 21 de agosto de 2016

Fan incondicional.

Me declaro fan incondicional de la mesura con la que mi madre me habla las noches en las que una manta y una película son mi mejor compañía, de sus abrazos y ¿por qué no? de sus bailes y sus sonrisas, de su felicidad habitual y de sus broncas pasajeras. De la distancia, esa que me ha dado las mejores personas que podía imagianar, una de 180 km, otra de 109,42 y así van disminuyendo hasta crear el punto de partida que algunos llaman hogar. De mi padre y sus ganas de que veamos el fútbol juntos, siempre con un quipo en común. De mis amigas y los motes tan absurdos que me llevan poniendo durante años, pero sobre todo de que dentro de dies años pueda decir que ellas me han acompañado toda mi vida. De esas personas a las que debo tanto pero ya no están por unas causas u otras, y de verdad que siento mis cagadas. De mis hermanos, de la felicidad que me provocan y la que provocan a todo el que los rodea, de sus padres que son los mejores del mundo y sus locuras. De esos campamentos que me han llevado a conocer a esos locos que están cada cual a su tema, pero que juntos con capaces de mover coches. De esos chicos que me ham hecho feliz, y sí, todos lo han hecho por algo a pesar de los malos ratos, y sobretodo me siento feliz por querer verles sonreír. De esa amiga con la que por no hablar claro acabamos hasta el gorro y nos separamos del todo. De mis abuelos, de lo que me consintieron hasta el final, y los qu ehoy lo siguen haciendo, por su forma rara de mostrar el cariño y los gruñidos que me hace alguno cuando no está contento conmigo, de que me repitan las cosas y de que puedan hacerlo. De mi tía y la forma que tengo de parecerme más a ella que a mis padres, y de esas bobadas que decimos juntas. De esos primos tontos que tengo, que siempre me pegan uno más fuerte que otro pero que siempre me acaban haciedo sonreír. De mis chicas y esas míticas bobadas nuestras, de que el verano todo lo une y que yo se que pueden con todo. De cada persona que ha hecho especial mi vida aunque sea a través de una pantalla o de una carta, de quien si no fuese por ellos, no sería quien soy, de las sonrisas causadas por ellos.
Me declaro fan incondicional de aquellas películas que vimos juntos, de las vueltas que dimos, de lo que decubrimos, de esos gustos musicales compartidos y de todos y cada uno de las pocas personas que me leen, y de la pequeña sonrisa de Amelie.
                                                                                                           Atentamente:
                                                                                                                           El monstruo de debajo de tu cama.

lunes, 8 de agosto de 2016

Encontré...

Encontré la palabra hogar escrita entre sus brazos, lo que podía ser un invierno cálido aunque amargo, me hicieron ver que dentro de cada persona había algo más valioso, algo que hacía especiales a cada una de esas personas que sin estar en un sitio fijo me hicieron sentir que tenía un hogar. Trasmitían amor con tan solo un 'hola', y que con tan sólo un adiós me hicieron sentir triste porque al fin y al cabo cuando oyes un 'adiós' puede que no vuelvas a ver a la otra persona. Encontré sinceridad en quien creí que siempre me ocultaba cosas, que decía las verdades a medias, encontré mentiras entre las personas que pensé que siempre había sido sincera. Encontré tristeza en el vacío que dejaban las personas que salían de mi vida, pero encontré el peligro en mis enfados tontos por perderlas, esos arrebatos de rabia por no haber sido lo suficiente para ellos y acabar mis lamentos en palabras mal sonantes. Encontré sentimientos perdidos tras la tarde de domingo en la que decidiste decir adiós, y de verdad te digo que me dolió más no saber cómo entablar conversación contigo P. Pan.
Encontré sueños en un tren sin destino fijo, que quiso frenar en alguna estación sin dejarnos marchar porque no hay mayor discapacidad que la de no tener corazón, y si, puede que haya habido días en los que la rabia me haya hecho no tenerlo y portarme como lo he hecho con algunas persona, pero así fue como encontré la culpabilidad, esa que era la única capaz de hacerme ver lo mala que había sido aunque ya fuera tarde para arreglarlo, pero con esos abrazos para vencer la culpabilidad encontré la sorpresa de querer seguir luchando por arreglar mis errores y ahí supe que estaba contenta por haber descubierto tantas emociones en un solo camino. Es verdad que a día de hoy aún me siento confusa por no saber en que parada quiero bajarme y con quien quiero compartir mis experiencias aunque sé que el resentimiento de los daños por los años nunca desaparecerá, quiero ser capaz de sentirme eufórica de nuevo algún día al sentirme querida por los que me rodean.

No hay cosa que nos haga sentir mejor que dar un abrazo a las personas a las que queremos y que nos lo devuelvan aún más fuerte.
                                                                                                                          Atentamente:
                                                                                                       El monstruo de debajo de tu cama.
Perdón por no haberos sabido cuidar.

lunes, 1 de agosto de 2016

Bad feelings

Ese sentimiento que te lleva a encerrarte en tu habitación, meterte en la cama y quedarte dormida mientras lloras. Esa soledad que te invade incluso cuando estás rodeado de tanta gente y que de lleva a replantearte toda tu vida; son esas palabras, esas frases que te dices a ti mismo las que te van hundiendo poco a poco, esos pensamientos negativos que podríamos cambiar por un simple 'sí puedo' y ya empezaríamos a ver como las nubes se van quitando del cielo. Son esas canciones estilo pop que cuando te pones a traducirlas reflejan tu estado de inseguridad, porque cuando estás triste solo escuchas ese tipo de música, palabra tras palabras vas pensando '¿cómo hago yo esto?' y no es si no hasta que el aleatorio pone algo movido que no sales de ese trance. Comienzas a tararear su ritmo, luego cantas y al final se te han olvidado los problemas.
La verdad es que si nos ponemos el pulgar delante de nuestras narices es muy difícil ver el resto de las cosas, pruebalo, sin embargo ahora vete alejándolo, ¿cambia? Claro que sí, ahora el dedo empieza a formar parte del paisaje, ahora cambia el dedo por los problemas, vete pensando en otras cosas, cantando tu canción favorita, ahora los problemas han pasado a estar en un segundo plano.

Me he tatuado una 'X' por si algún día decides volver a buscar.
 Hace tiempo he perdido a una de las personas con la que más cosas tenía en común, quién me había criado, me sentí tan responsable que perdí las ganas, centre tanto el problema que se hizo enorme, y eso solo me hizo perder otras personas, incluso me perdí yo. Me repetí lo mal que lo había hecho todo, creyéndome el centro del problema hasta que yo sola conseguí hundirme. El esfuerzo diario y con gente de verdad me va sacando de ahí, no te rindas nunca.