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miércoles, 2 de noviembre de 2016

Lo intento.


Estoy intentando quererme a mi misma, de veras que lo intento, pero a veces mi mente consigue dominarlo todo y hacer que  me odie. He empezado por pensar que si yo no me quiero, nadie lo va a hacer, aunque entonces me da por pensar que toda mi vida ha sido una mentira, porque me he sentido mejor cuando me he sentido aceptada por los demás.
He seguido por intentar no mirarme en el espejo, porque si el cuerpo es el espejo del alma me puedo rendir ya, porque aunque no elegiría un edificio por el exterior, el interior debe ser práctico cuando menos. Pero es que igual me miro 2 de 10 veces y aunque sea una pequeña minoría mis pensamientos se turbian y ya nada va bien, me caigo y pienso que ya será la última vez.
Lo intento de veras, intento que los demás me digan como soy, pero a la mínima crítica negativa se me olvidan las positivas y la autoexigencia es demasiada hasta que alguien se acerca y se atreve a calmar a este torbellino, sabiendo que no soy una persona fácil, más bien una imposible.
Intento sacar mi 'yo' amable, pero no puedo ser una persona diferente según con quien hablé porque hay veces que ni yo me reconozco, sí, me gusta agradar a la gente ¿a quién no? El problema es que no sé cual es el límite, no sé si a veces rozo eso que odio llamado falsedad.
Intento no ser tan quejicosa, pero a veces cuando las personas cercanas hacen algo que me disgusta no me atrevo a decirles nada por miedo a que sean ellos los que se enfaden después y los pierda, voy a otra persona se lo cuento y a veces acumulo tanto que me paso.
Quiero ser mejor persona, y esto ya no es por mí, es porque las personas que me rodean me importan tanto que sé que si no cambio se irán como lo hicieron otros.
Intento ser de esos de los que si prometen, cumplen y si no estoy segura no lo intento pero a veces eso también es fallar. Intento tomar mejores decisiones pero la indecisión crea en mí tal estado de confusión que al final solo sale mal.
También debo pensar más en positivo, por eso me aplico el haz cosas buenas y te pasarán cosas buenas, aunque luego pienso que de pequeña tuve que ser muy mala y no me sirve.
Intento sentir más y pensar menos, porque al menos, si mañana te vas, hoy habré hecho lo que yo quería no lo correcto, aunque esto traiga problemas.
Así que caete, levántate, o quizás avanza haciendo la croqueta porque si avanzas igual encuentras a alguien que esté dispuesto a levantarte y curar todas y cada una de tus heridas. Si te rindes, que sea el tiempo justo para seguir con más fuerza, un tiempo muerto.

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